Según Unicef, entre enero y febrero últimos cruzaron la selva de Darién, en la frontera con Colombia en su rumbo hacia Estados Unidos unos nueve mil 700 infantes, cuando en igual lapso del año pasado lo hicieron menos de mil 400.
Esa cifra es la más alta que se ha registrado en un periodo de dos meses desde que se llevan estos registros.
El organismo indicó además que el número de menores no acompañados o separados continúa creciendo, un promedio de cinco infantes diarios llegan solos a Panamá o al menos 200 en lo que va de año, mientras que en 2022 en el mismo periodo menos de 40.
De otra parte, señaló en su informe que los menores separados o no acompañados son particularmente vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación.
El director de Unicef para Amnérica latina y el Caribe, Garry Conille, estimó que de mantenerse las tendencias actuales, la cantidad de niños, niñas y adolescentes migrantes que cruzan a través de Panamá este año, rebasará por mucho el total registrado en 2022.
Tambien destacó que el organismo internacional aumenta la asistencia humanitaria en apoyo a la respuesta del gobierno del pais istmeño a esta crisis migratoria, pero servicios básicos como agua potable, alimentación y salud materno infantil, entre otros, comienzan a agotarse.
Mientras estos números continúan al alza, los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino; organizaciones de la sociedad civil; y organizaciones internacionales, necesitamos trabajar juntos para asegurar que los derechos de todos y cada uno de los niños son protegidos a lo largo de la ruta, manifestó.
La Unicef hizo un llamado a los gobiernos a fortalecer su respuesta al creciente flujo migratorio de menores y a los donantes y socios para proveer fondos flexibles adicionales para responder ágilmente a las necesidades de niños, niñas, adolescentes y mujeres en las comunidades de acogida.
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