Gran parte del sur y oeste del mencionado territorio está afectado por cambios sustanciales en la humedad del suelo, precisa un comunicado de la entidad.
Entre diciembre de 2022 y febrero de 2023, la temperatura promedio estuvo 1,4 grados centígrados por encima de la registrada en el lapso 1991-2020.
En febrero de 2023, las altas temperaturas y la falta de lluvia hicieron que el oeste y el sur de Europa experimentaran condiciones más secas que el promedio, y varias regiones exhibieron bajos niveles de humedad del suelo.
La Agencia Espacial Europea alertó que la situación actual podría volverse crítica en los próximos meses si las temperaturas y la falta de precipitaciones persisten en la primavera de 2023.
Los impactos de la sequía son particularmente visibles en Francia, España, Reino Unido y el norte de Italia, por lo que las consecuencias en cuanto a suministro de agua, la agricultura y la producción de energía generan preocupación.
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