Con este resultado se anula el crecimiento de cuatro décimas de punto obtenido en enero y crece la incertidumbre entre la población sobre el futuro a corto y mediano plazo.
En el informe del órgano rector de las finanzas del país se aprecia una caída en la producción de bienes de 0,7 puntos porcentuales, con mayor incidencia en la industria manufacturera y, en menor medida, en la minería.
La actividad comercial se contrajo en 4,1 por ciento, resultado explicado por el mal desempeño en el sector minorista donde destacaron las pobres ventas en supermercados, tiendas y establecimientos especializados de alimentos y bebidas.
Por el contrario, los servicios tuvieron un resultado positivo, aunque insuficiente para compensar el retroceso en los otros sectores de la economía.
El Imacec es una estimación que resume la actividad de las distintas ramas de la economía en un determinado mes, comparado con los datos del año anterior, y su variación interanual constituye una aproximación de la evolución del Producto Interno Bruto.
Diversos especialistas habían adelantado su optimismo en un resultado positivo o, por lo menos, en una cifra neutra que pudiese abrir el camino a una recuperación durante el resto del año.
Ahora todas las miradas están puestas en los anuncios que seguirán a lo largo de la semana, como el informe del Banco Central sobre la tasa oficial de intereses y el índice de Política Monetaria.
Un día crucial será el jueves, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas dará a conocer el comportamiento de la inflación durante marzo, un problema que agobia a las familias de medianos y bajos ingresos.
El ministro chileno de Hacienda, Mario Marcel, dijo recientemente esperar una caída del índice de precios al consumidor y aseguró que para junio éste podría reducirse a un dígito.
Chile terminó 2022 con una inflación de 12 por ciento y el Gobierno anunció su intención de disminuirla a cinco puntos porcentuales al cierre de diciembre próximo.
mem/car/eam