Desde ayer en la tarde la terminal de buses de Tres Cruces, que comunica a esta capital con el interior del país, mostraba un fluido tránsito de viajeros.
Era la víspera de la Semana de Turismo, en la que muchos uruguayos se toman un receso laboral y viajan por el país o al exterior, en particular a la vecina Argentina y Brasil, que resultan destinos más económicos por la diferencia cambiara respecto al dólar. Salir de campamento a los campos y riveras nacionales resulta parte de la tradición, al igual que las estancias en los centros recreativos de aguas termales, como los de Villa Serrana o Piriápolis.
Por estos días la ciudad de Colonia (al oeste de aquí) recibe a miles de visitantes que recorren las calles estrechas y empedradas de su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco.
En el este uruguayo, su litoral, también es punto de destino de los vacacionistas que prefieren los balnearios como los de Rocha y Maldonado.
A la par muchos asisten a celebraciones regionales como las Criollas del Prado, de Montevideo, que en su inauguración la víspera reunió a más de 40 mil personas en torno a espectáculos ecuestres y eventos culturales.
En Paysandú, fronteriza con Argentina y en la margen este del río Uruguay, tiene lugar por esos días la Fiesta de la Cerveza, que se realiza desde 1966.
Treinta y Tres, ciudad al noreste de Montevideo, acoge el Festival del Olimar, que durante seis noches convida al canto nacional y folclórico.
Y es también tradicional la Vuelta Ciclística del Uruguay, la más añeja del continente, seguida desde los bordes de las carreteras por miles de aficionados.
mem/ool