Entre las víctimas figuran 29 extranjeros de tres nacionalidades, de acuerdo con el informe de la organización divulgado este martes.
La entidad sugirió que entre las causas del incremento de los raptos podrían destacarse la necesidad de compensar las pérdidas financieras debido a las sanciones emitidas por Canadá y Estados Unidos contra la élite política y económica por su supuesta financiación de pandillas, así como la presunta implicación en tráfico de armas y drogas.
De igual manera, el Centro de Análisis (Cardh) señaló que nuevas zonas, principalmente en esta capital, se incorporaron al “mercado” de los secuestros y se crearon alianzas entre los grupos criminales, al tiempo que el país se mueve hacia un contexto electoral.
El Cardh advirtió, asimismo sobre la creación de grupos de defensa en las comunidades y la ejecución de miembros de bandas por parte de los ciudadanos ante la incapacidad de una policía “subequipada” para proteger vidas y bienes, así como la postura de la cooperación internacional empantanada en reuniones retóricas y promesas.
El organismo llamó al Gobierno a asumir sus responsabilidades, realizar los cambios necesarios en la administración e iniciar el proceso de investigación policial “para evitar lo peor”.
Asimismo, abogó por una fuerza social, capaz de construir un discurso equilibrado, apolítico, para ayudar a la comunidad internacional a acompañar a la Policía a evitar que las bandas controlen toda la capital.
La violencia en Haití aumentó de manera dramática tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse a mediados de 2021 y actualmente más del 80 por ciento de Puerto Príncipe se encuentra bajo la influencia de las pandillas, de acuerdo con un reporte reciente de Naciones Unidas.
La ONU denunció a mediados de marzo que más de 530 personas fueron asesinadas desde enero y otras 155 mil huyeron de sus hogares ante las acciones de las bandas que operan en la capital y el departamento de Artibonite.
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