Precisamente, cientos de josefinos recorrieron este domingo las principales calles de esta capital en la procesión de las palmas benditas, desde la Iglesia de la Soledad hasta la Catedral Metropolitana, donde asistieron a la misa del Domingo de Ramos.
La menor participación en esas liturgias puede estar relacionada con la disminución de los feligreses católicos, que se calcula en un 25 por ciento en los últimos años, muchos de ellos atraídos por las denominaciones evangélicas.
Por otra parte y desde hace algunos años, los ticos aprovechan esta festividad religiosa más para vacacionar, viajar y visitar familiares que para la reflexión en torno a la pasión y muerte de Jesucristo, que resumen la fe cristiana.
Tanto es así que la Fuerza Pública tica destinó más de dos mil agentes para garantizar la seguridad en las carreteras y centros de recreo del país, que desde el sábado pasado comenzaron a ver incrementado el número de vacacionistas, gracias a un decreto presidencial que incluyo lunes, martes y miércoles al habitual feriado de jueves y viernes santos.
Por tanto, los empleados públicos están en receso desde el sábado pasado y no tendrán que retornar a sus labores hasta el martes próximo.
Debido a ese descanso tan prolongado, unos mil 600 miembros de la Cruz Roja Costarricense están alertas para acudir a las emergencias que se producen durante estos días santos, desde accidentes de tránsito hasta siniestros en playas, ríos y embalses.
Datos oficiales de la Cruz Roja reflejan que en la Semana Santa de 2022 contabilizaron 44 muertes violentas, entre las que se registraron siete casos por agresión de arma blanca y fuego, 16 muertes por accidentes en carretera y siete accidentes acuáticos, terminando la semana con más de mil 200 incidentes atendidos.
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