De acuerdo con reportes locales, la Cámara de Instrucción de París revisará las solicitudes presentadas por Salameh, para recuperar más de 10 propiedades y fondos que fueron congelados en Francia, e incluye apartamentos en el distrito XVI de la capital gala y en la avenida Champs-Elysees, así como en Reino Unido y Bélgica.
Para expertos económicos, apuntar al dinero de Salameh constituye el principal movimiento práctico posible en este expediente, ya que Líbano se niega a extraditar a sus ciudadanos y los juzga en su territorio si son condenados en el extranjero.
A mediados del mes pasado, investigadores europeos, entre ellos la jueza de instrucción francesa Aude Buresi, escucharon en una audiencia en esta capital a Salameh, quien afirmó su inocencia desde la apertura del caso.
En enero, una delegación de Alemania, Francia y Luxemburgo llegó a Beirut para investigar las fuentes de los activos del gobernador en los bancos del llamado viejo continente y las transacciones monetarias que ocurrieron desde Líbano en los últimos años.
Sin contradecir las leyes internas del país y en apego a un tratado anticorrupción firmado con las Naciones Unidas en 2008, las indagaciones a los allegados a Salameh, a otros dirigentes del Banco Central y a los gerentes de instituciones prestamistas constituye uno de los pasos finales antes de presentar cargos directos.
En marzo del año anterior, la agencia de cooperación de justicia penal de la Unión Europea ayudó a congelar unos 132 millones de dólares en activos libaneses en Francia, Alemania, Luxemburgo, Mónaco y Bélgica, que incluyen propiedades y cuentas bancarias.
La medida está vinculada a la investigación de lavado de dinero que relaciona a cinco ciudadanos, entre ellos Salameh, sospechosos de malversar alrededor de 330 millones de dólares.
Desde suelo libanés, la jueza Ghada Aoun congeló algunos bienes del director del Banco Central como medida de prevención y emitió la prohibición de salida del país hasta que no concluyan las investigaciones por sospecha de blanqueado de dinero.
En medio de las denuncias y citaciones en su contra, Salameh continúa en el cargo desde 1993, para figurar como uno de los gobernadores de bancos centrales con más años en el puesto en el mundo y su mandato debe finalizar en julio de 2023.
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