La presencia esta semana del ministro de Asuntos Exteriores del Estado de Qatar, Mohammed bin Abdulaziz Al-Khulaifi, y las visitas de las embajadoras de Francia y Estados Unidos a autoridades locales rompieron el estancamiento interno, en la entrada del sexto mes de vacancia.
De visita oficial, Al-Khulaifi dialogó con el primer ministro interino, Najib Mikati; el presidente del Parlamento, Nabih Berri, el canciller, Abdullah Bou Habib; y el titular de Economía, Amin Salam.
Igualmente, el alto representante qatarí sostuvo encuentros con el comandante general de las Fuerzas Armadas, Joseph Aoun, y jefes políticos como Walid Joumblatt, del Partido Socialista Progresista; Samir Geagea, de las Fuerzas Libanesas, Sleiman Franjieh, del Movimiento Marada y el exdiputado Talal Arslan.
En sus contactos, Al-Khulaifi conoció del escenario nacional con el jefe del bloque Lealtad a la Resistencia, el diputado Muhammad Raad; el líder de la Corriente Patriótica Libre, Gebran Bassil; además de visitar al patriarca maronita, cardenal Mar Beshara Boutros Al-Rahi; y al Gran Mufti de la República, Sheikh Abdul Latif Derian.
Según el canal local Al Manar, en su gira Al-Khulaifi escuchó de todas las partes los enfoques presidenciales, políticos y financieros y entregó un mensaje de apoyo de Qatar a Líbano en la próxima etapa.
En este contexto, la jefa de la misión diplomática de Francia en Beirut, Anne Grillo, informó al patriarca maronita que su país continúa con los esfuerzos para llegar a un acuerdo a la situación libanesa.
A propósito, el periódico Al-Akhbar reflejó que los franceses trabajan en la idea de un trueque basado en elegir a Franjieh como el nuevo jefe de Estado a cambio de garantías que incluyen la formación de un gobierno con amplios poderes encabezado por el exembajador Nawaf Salam.
Sin embargo, la candidatura del líder del Movimiento Marada apoyada por el dúo chiita de Amal e Hizbulah recibe la oposición a lo interno de algunas fuerzas cristianas y de Estados Unidos, Arabia Saudita e icluso Qatar, precisó el medio.
Paralelo a este movimiento, la embajadora norteamericana, Dorothy Shea, discutió con el jefe del gobierno, Najib Mikati y el presidente del legislativo, Nabib Berri, la realidad de la nación levantina.
En este escenario, la coordinadora especial de las Naciones Unidas, Joanna Wronecka, actualizó a los máximos funcionarios libaneses sobre la reciente reunión del Consejo de Seguridad en el marco de la implementación de la resolución 1701 y enfatizó la urgencia de elegir al presidente de la República.
A inicios del mes pasado, el líder del movimiento Hizbulah, Hassan Nasrallah, insistió en que la puerta para una solución a la vacancia presidencial existe lejos de la imposición de condiciones internacionales.
El secretario general de la Resistencia islámica libanesa condenó las pretensiones de involucrar a Hizbulah en el presunto sabotaje al quórum dentro del Parlamento y denunció las políticas de chantaje de Estados Unidos.
Desde el 29 de septiembre anterior, el legislativo busca un reemplazo para Michel Aoun, quien concluyó su mandato presidencial el pasado 31 de octubre.
Precisamente, Aoun, el mandatario más longevo en el momento de asumir sus funciones con 81 años, requirió 46 sesiones legislativas para completar el quórum en 2016 y poner fin a 888 días de vacío de poder.
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