Hasta siempre, mujer valiente, escribió la vicemandataria en la red social Twitter tras conocer el deceso, a los 114 años de edad, de una de las testigos más importantes en un juicio sobre ese suceso en la norteña provincia del Chaco.
El 19 de julio de 1924, policías y colonos fusilaron a más de 300 miembros de los pueblos qom y moqoit, que protestaban por mejores condiciones de vida y el fin de los abusos cometidos contra ellos en los campos donde los obligaban a trabajar en condiciones de esclavitud.
La masacre tuvo entre sus víctimas a niños y ancianos, mutilados y enterrados en fosas comunes.
Después de esos sucesos, continuó la persecución y represión de los sobrevivientes.
Casi un siglo después, el 19 de abril de 2022, comenzó el primer juicio en esta nación sobre crímenes de ese tipo, el cual reconoció la responsabilidad del Estado en la “planificación, ejecución y encubrimiento del homicidio con ensañamiento e impulso de perversidad brutal en el marco de un proceso de genocidio de los pueblos indígenas”.
Tras la muerte de Grilo, el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, decretó tres días de duelo en ese territorio y asueto administrativo para trabajadores del sector público pertenecientes a comunidades originarias.
Ella fue mártir y testimonio de las heridas causadas en uno de los capítulos más crueles de nuestra provincia, pero también un gran ejemplo de lucha por la reivindicación de los derechos de nuestros pueblos indígenas. Dejó un legado muy grande, afirmó.
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