En Cielos del Bronx, título de la muestra que se mantendrá hasta el 18 junio, la creadora evidencia su fuerte vínculo con la urbe cosmopolita a través de historias de las zonas más preteridas y de las comunidades de color que las habitan.
La propuesta es el fruto de la investigación sobre cómo este popular e histórico barrio neoyorkino ha servido como santuario para las comunidades migrantes e inmigrantes, durante los últimos 120 años, a la vez que se adentra en flagelos que lo impactan como el racismo y la marginalidad.
En sus esculturas e instalaciones, DeVille usa materiales de desecho y objetos hallados en ese contexto para revelar viejas historias olvidadas, tanto reales como imaginadas.
A través de su trabajo, la artista visual narra la vida del barrio y se convierte en voz de los que no pueden denunciar los tantos desafíos que enfrentan en una de las ciudades más ricas del mundo, a la vez que propone un retrato humanizado de los impulsos que conducen a las comunidades a buscar su felicidad en mundos diferentes.
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