En estos momentos los cortes nacionales diarios de electricidad son de tres veces al día para compensar un déficit de cuatro mil megaWatts (MW) de generación, cifra que semanas atrás llegó a ser de entre cinco mil y seis mil MW.
La nueva medida fue confirmada por la ministra de Gobernanza Cooperativa y Asuntos Tradicionales, Thembi Nkadimeng; y el titular de Electricidad, Kgosientsho Ramokgopa.
En febrero, al declarar el estado de desastre durante su discurso del estado de la nación, el presidente, Cyril Ramaphosa, explicó que ello era necesario pues “circunstancias extraordinarias requieren de medidas extraordinarias,” y la crisis energética es una amenaza existencial para la economía y “el tejido social” del país.
Esa condición, explicó, permite acometer medidas prácticas para apoyar a las empresas en la producción de alimentos, el almacenamiento y la cadena de suministro minorista, y el despliegue de generadores de emergencia, paneles solares.
Donde sea técnicamente posible, agregó, posibilitará eximir de los cortes eléctricos aquella infraestructura crítica como hospitales y plantas de tratamiento de agua.
Aunque la empresa eléctrica nacional, Eskom, así como autoridades gubernamentales estiman que superar la crisis por completo llevará entre 12 y 18 meses, los sudafricanos se muestran esperanzados que la revocación del Estado de Desastre sea una indicación de alivios a mediano plazo en cuanto a las interrupciones eléctricas.
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