El ataque a un médico, en la noche del 5 al 6 de abril, es el último de una larga secuencia de actos de violencia contra trabajadores sanitarios, educativos y humanitarios y sus bienes en Haití desde principios de año, lamentó la coordinadora en el país de Asuntos Humanitarios de la ONU, Ulrika Richardson.
Al condenar el suceso, Richardson recordó que el respeto del personal médico, educativo y humanitario es esencial y cualquier ataque contra ellos viola las normas humanitarias mínimas que todas las personas deben cumplir.
Asimismo, llamó a todos los actores para que cesen inmediatamente todas las formas de violencia y deploró que al menos 20 médicos fueron secuestrados en 2022, y otros 11 solo en el primer trimestre de este año.
El doctor William Pape, director de los centros Gheskio que investigan las enfermedades infecciosas, confirmó a la prensa que Boncy se encuentra estable y la mayor preocupación es mantener funcional su mano izquierda que recibió un disparo.
Horas antes la Alianza Global para la Salud en Haití precisó que el galeno fue sometido a una intervención quirúrgica y la herida de mayor gravedad se encontraba en la región temporal.
En lo que va de año, al menos 389 personas fueron raptadas, de ellas 29 extranjeros, un aumento del 72 por ciento con respecto al primer trimestre de 2022, de acuerdo con el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos.
Además, los grupos armados controlan al menos el 80 por ciento de esta capital y vastas zonas en el departamento Artibonite, donde en enero perpetraron una masacre contra policías que terminó con la vida de siete agentes.
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