El presidente del gobierno de la localidad de Oturkpo, Ruben Bako, declaró que en ese propio lugar, donde ocurrió el asalto, horas antes otros tres civiles resultaron abatidos por elementos desconocidos.
Fuentes policiales y testigos de los violentos hechos señalaron que la embestida contra los aldeanos resultó perpetrada por pastores locales, de origen fulani, que disputan a agricultores el control de tierras.
Como consecuencia de tales enfrentamientos en Benue en los últimos meses se redujeron las cosechas, con disminución de la producción de alimentos, lo cual podría provocar inseguridad alimentaria en las poblaciones, según organizaciones humanitarias.
En Nigeria, estado más poblado de África con unos 216 millones de habitantes, la violencia aumentó debido al fomento de los choques intercomunitarios y el accionar de grupos radicales como Boko Haram y el Estado Islámico, que operan en zonas norteñas y del centro del país.
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