De acuerdo con autoridades, en los primeros tres meses del presente año, el país obtuvo ganancias provenientes del sector superiores a los 482 millones de dólares generados en igual periodo del 2022.
Expresaron optimismo por la mejoría pues en diciembre último se contabilizaron un millón y medio de personas que visitaron el país en el año.
Sri Lanka experimentó en 2022 una grave escasez de combustible, medicinas, alimentos y de su reservas en divisas, lo que provocó una severa crisis política y social en el país.
Debido a prolongados cortes energéticos y las carencias, estallaron multitudinarias protestas que obligaron la renuncia de los entonces presidente y primer ministro Gotabaya y Mahinda Rajapaksa.
Recientemente, el actual mandatario srilankés, Ranil Wickremesinghe, auguró para 2026 la salida de la isla de la bancarrota con la aplicación de nuevas políticas fiscales, las cuales, reconoció, carecerán del apoyo popular.
También se refirió al plan de rescate de dos mil 900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y las garantías financieras recibidas de China, India y el Club de París para reestructurar la deuda nacional.
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