Según un comunicado de la cancillería, el IPCC es el órgano de la ONU responsable de evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático y su «creación por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y por la Organización Meteorológica Mundial, en 1988, fue determinante para alertar sobre las implicaciones y posibles riesgos asociados al fenómeno».
Así, indica la nota, el panel logra movilizar la voluntad política y el apoyo de la opinión pública para el establecimiento de un régimen multilateral dedicado al tema, bajo los auspicios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, abierta a la firma durante la Conferencia Río de Janeiro-92.
De acuerdo con el contenido, por más de tres décadas, los subsidios técnicos del IPCC fortalecieron la ciencia frente a cuestionamientos de sectores escépticos en relación con la contribución antropogénica al calentamiento global.
Lo cual, agrega, «permitió el alcance de ambiciosos marcos internacionales, como el Protocolo de Kyoto, en 1997, y el Acuerdo de París en 2015. Ese papel clave le valió, en 2007, el Premio Nobel de la Paz», refiere.
Graduada en matemáticas por la Roosevelt University, en Chicago (Estados Unidos) y doctorado en estadística espacial por la University of Sheffield, en Inglaterra, Krug tiene amplia experiencia en temas de cambio climático, habiendo hecho carrera como investigadora titular en el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales.
En el Gobierno fue secretaria en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, de 2001 a 2003, y en el de Medio Ambiente, de 2007 a 2008, en el que también ocupó el cargo de directora, de 2016 a 2017.
Copresidió en el IPCC, por dos ciclos de evaluación (2002 a 2015), la fuerza de tarea sobre Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero y ocupa, desde 2015, una de las tres vicepresidencias del grupo.
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