Según un sondeo del Canal 13, el bloque opositor ganaría 64 curules, la alianza de izquierda que integran Hadash y Ta’al obtendría seis y la formación árabe Balad los cuatro restantes.
El Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu, pasaría de ser la formación más grande a ocupar la tercera plaza con apenas 20 curules de un total de 120 de la Knesset (Parlamento).
Con 29 asientos, el principal beneficiado de la debacle del Likud sería Unidad Nacional, una agrupación también de derecha pero que se encuentra en la oposición y es encabezada por un antiguo aliado de Netanyahu, Benny Gantz.
Otro sondeo divulgado la pasada semana por el Canal 12 destacó que 38 por ciento de los interrogados prefiere como jefe de Gobierno a Gantz, extitular de Defensa, y 31 por ciento a Neanyahu.
Con respecto al actual líder opositor Yair Lapid, el jefe de la alianza ultranacionalista en el poder está empatado con 32 por ciento de apoyo.
La alianza derechista sufrió un desgaste muy grande en lo que va de año debido a varias iniciativas que impulsa, en especial la reforma judicial.
Netanyahu enfrenta desde hace semanas una ola de protestas contra ese plan, muy criticado por amplios sectores de esta nación levantina.
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