Así lo destacó en su edición de este lunes el diario mexicano La Jornada con reportes de sus corresponsales en Washington y Nueva York, que cubren el tradicional encuentro en la sede del FMI en la capital de Estados Unidos, los cuales terminarán el próximo domingo.
Las críticas, señaló periódico, provienen de casi todos los sectores, desde naciones en desarrollo, líderes internacionales y hasta algunos de sus países miembros más poderosos por su lentitud en reformar sus políticas y prácticas para abordar el cambio climático de manera efectiva y el fracaso de sus estrategias de desarrollo.
En enero pasado, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, condenó el “sistema financiero global moralmente en bancarrota…diseñado para beneficiar a los ricos y los poderosos”, recordó La Jornada.
Citan en particular el Plan de Implementación Sharm el-Sheikh, emitido en la conclusión de la cumbre sobre cambio climático COP27 en Egipto en noviembre, que reclamó “una transformación rápida e integral del sistema financiero internacional y sus estructuras y procesos”.
A la vez, el liderazgo político electo en años recientes en algunas de las principales naciones de América Latina cuestiona directamente el modelo de desarrollo, promovido históricamente por estas dos instituciones multilaterales.
Estas presiones a favor de un cambio en el sistema sostenido por estas dos instituciones multilaterales están obligando a que algunos de los contribuyentes más grandes de estas entidades abracen el llamado a un giro dramático, indicaron los corresponsales.
Después del COP27, Francia aceptó ser anfitrión de una conferencia en junio próximo llamada Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Global, a la cual ya confirmaron su asistencia el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; y la primera ministra de Barbados, Mia Motley, líder ambientalista.
La revista británica The Economist describió al FMI como una institución que padece una crisis de identidad y está paralizado porque aspira a representar al mundo, pero es un club controlado por Estados Unidos.
El BM, el cual tiene un papel diferente al FMI, respondió a las críticas elaborando lo que llama “un mapa de camino evolucionario” que será presentado a los gobernadores de la institución esta semana.
Agregó que el grupo del BM tiene que evolucionar en respuesta a la confluencia sin precedente de crisis globales que han volcado el progreso en desarrollo y amenaza a la gente y al planeta.
Un 60 por ciento de países de ingresos bajos están muy endeudado y con alta vulnerabilidad. Críticos señalan necesario elevar los montos de dinero y cambiar el paradigma de desarrollo del FMI y el BM.
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