La iniciativa está estancada en una comisión especial de la Cámara de Diputados, aunque los celos y rencillas entre las bancadas afines al presidente Luis Lacalle Pou no parecen poner en peligro su aprobación.
Si hace apenas una semana la «rebelión» del partido Cabildo Abierto (CA) sobre el proyecto imponía pausa a la votación, ahora el impedimento quedó en manos del Partido Colorado (PC).
Los diputados de CA defendieron varios cambios a la propuesta original del Ejecutivo, a fin de conseguir que sean 20 años el parteaguas respecto al monto para la jubilación, que de aprobarse el plan subiría de 60 a 65 años la edad jubilatoria, de manera gradual.
Aunque está cantada la oposición del Frente Amplio, en sintonía con el PIT-CNT, los diputados aliados a Lacalle Pou tienen los votos para imponer la reforma.
Por eso pareciera un «pataleo» los reclamos del Partido Colorado (PC), que antes dominó la política nacional, luego de que el gobierno cediera ante las demandas de los cabildantes.
El PC, en particular su mayoritaria corriente Ciudadanos representada en los curules de la comisión, pidió más tiempo para analizar cómo quedaría el proyecto legislativo luego de los acuerdos entre el presidente de la República, su partido, el Nacional, y Cabildo Abierto.
A su turno de disentir, los colorados prometen hacer nuevas propuestas en la comisión, lo que alargaría la votación a ese nivel, y por ende retardaría el mismo procedimiento en el plenario de los diputados.
Mientras tanto, en el FA y el PIT-CNT consideran que tan pronto se convierta en ley el proyecto, deberá arrancar un proceso derogatorio, que para los frenteamplistas iniciará si ganan los comicios, y para los sindicalistas en cuanto se convierta en normativa legal.
El 15 de marzo, la central sindical uruguaya protagonizó un paro de labores y movilización contra la reforma que considera jubilatoria, y no del sistema de la seguridad social, también en discusión.
jha/ool