Es fruto de los desvelos, talento e inquietudes de este joven cubano-uruguayo, quien nació en Cuba, de madre cubana y de padre un guerrillero que vivió el exilio en la mayor de las islas del Caribe.
Vuelven a unirse la música y el verso del artista y poeta, de cuya mano nacieron los poemarios “El tintero del alma” y «F8_Transgresor», marcados por la sensibilidad social del autor.
El Cubaguayo habló en exclusiva con Prensa Latina y explicó las manchas que ensombrecen el horizonte humano, dominado por tecnologías que “nos usan y no nosotros a ellas”.
El disco se ambienta en un futuro distópico y busca a través del rap y la estrofa rimada alertar sobre el devenir y denunciar la alienación de las personas y el consumismo.
Y en particular rechazar al capitalismo, “que por más que le han limpiado la marca con frases como libre mercado y palabras menos tragables, sigue presentando los mismos problemas en la distribución de la riqueza y las desigualdades”, refirió.
“Esas serían las manchas que se ocultan tras la luz falsa de la democracia burguesa, la cual se pinta con un montón de colores, de luces de neón, pero en realidad trata de esconder los claroscuros de sus lacras sociales”.
La grabación y producción musical tuvieron lugar en Montevideo, con la participación de otros artistas, “como el charanguista colombiano Óscar, el vibrafonista Marcelo, y la joven uruguaya Cecilia de los Santos, a cargo de las voces femeninas.
Según su autor se trata de una obra conceptual en la que los 13 temas se relacionan entre sí, con títulos como “Gallo fiero”, “Batalla”, “Las manchas del Sol”, “Interferencia”, “La Traición te Traiciona”, y “Alienados”, entre otros.
“El disco –explica Marcel- trabaja el concepto de que el ser humano que encarno se refugia en el monte, el cual siempre ha sido la guarida de los explotados. De ahí la alusión al monte Flama, que son las montañas de los Andes argentinos donde se filmaron los video clips.
Y desde ese monte el personaje del futuro transmite lo que está aconteciendo en la ciudad distópica, cuyos habitantes están sumergidos en la esclavitud moderna del consumo, la explotación, la falta de tiempo para hacer lo que verdaderamente importa en sus vidas y reencontrarse, acota.
Para el Cubaguayo se trata de otra meta cumplida como creador y activista social. “Toca ahora presentar el disco en vivo, primero en Uruguay. Pero la idea es llevarlo a Cuba, Argentina y México, donde estamos en continuo intercambio con artistas amigos”.
“Es un disco para rapear”, concluye, aunque no sobra la acotación de que se dan la mano el escritor, poeta y el rapero, y sale buena música con aguda crítica social.
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