Es un edificio formidable, enorme, que nos llena de orgullo. Se trata de un proyecto que no empezamos nosotros y sufrió vicisitudes. Cuando llegamos al Gobierno, se encontraba paralizado, al igual que el 70 por ciento de las obras iniciadas en el período precedente (la gestión de Mauricio Macri, 2015-2019). Lo importante es que la terminamos, afirmó.
La construcción de esa instalación contó con una inversión de 230 millones de dólares y generó dos mil 300 puestos de trabajo.
La misma tiene una superficie total de 50 mil metros cuadrados, comenzará a funcionar el lunes y permitirá elevar a 30 millones de pasajeros por año la capacidad del aeródromo, ubicado en Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires.
Enmarcada en un plan de modernización impulsado por el Gobierno, la obra pretende contribuir al bienestar, comodidad y seguridad de los viajeros y cuenta con novedades como el despacho automático de equipaje, controles de seguridad con tecnología tridimensional y más de 100 puestos para el autochequeo.
También posee espacios comunes más amplios, 52 puertas de embarque y mecanismos que permiten trasladar más de cuatro mil maletas por hora.
Necesitamos una Argentina que concilie el ingenio y la decisión de sus empresarios con el esfuerzo del Estado. Es importante trabajar juntos para llevar adelante las acciones que el país requiere, señaló Fernández.
Por otra parte, resaltó la importancia de Aerolíneas Argentinas para conectar a los territorios locales y a esta nación con el mundo.
Vivimos un momento difícil, pero seguimos teniendo un futuro formidable. No nos dejemos llevar por quienes intentan desanimarnos. Sigamos construyendo, aseveró.
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