Esa fuerte explosión podría ocurrir “en días o semanas”, precedida por una sismicidad que persistía este domingo a causa del movimiento de fluidos en el interior de los conductos volcánicos, añade un boletín del Servicio Geológico Nacional (SGC).
La actividad del Nevado del Ruiz continúa muy inestable y para que el nivel pueda retornar a “amarillo”, hay que esperar un tiempo prudencial, durante el cual las tendencias y patrones permitan inferir una posible disminución de su actividad”, añade el informe.
Según esa entidad, la sismicidad asociada a fracturamientos de rocas en el interior del edificio volcánico mantuvo este domingo niveles similares respecto al día anterior.
Los temblores fueron en los sectores oriental-nororiental y suroccidental de la montaña y en el cráter Arenas, a profundidades entre 0,5 y 4,5 kilómetros, precisa el Servicio Geológico Colombiano.
La altura máxima de la columna de gases y/o ceniza fue de mil 600 metros, detalla la entidad científica, mientras continúan las anomalías térmicas en el fondo del cráter y la salida de dióxido de azufre a la atmósfera.
Ante la alternativa de que, como calculan los expertos, el volcán registre una aceleración de los procesos que indique una inminente erupción, el nivel de emergencia cambiará a rojo y serán activados todos los planes para evitar una tragedia, señalan los especialistas del SGC.
Esa situación probable condujo al presidente Gustavo Petro a firmar días atrás la ampliación del decreto 2113 de 2022, que estableció en noviembre alertas ante una denominada Situación de Desastre de Carácter Nacional, y ahora incluirá la emergencia frente al nuevo fenómeno geológico.
También llamado “la Mesa de Herveo”, el Nevado del Ruiz es el más norteño del cinturón volcánico de los Andes y está compuesto por muchas capas de lava, ceniza volcánica endurecida y otros piroclastos, al tiempo que permanece activo desde hace unos dos millones de años. npg/apb