Un grupo de investigadores de la University Hospital Aachen afiliada a la Facultad de Medicina de Rheinisch-Westfälische en Alemania, demostraron que mezclar los AINE con el paracetamol mejora en gran medida a los aquejados, con respecto a los casos que solo le fueron administrados los AINE.
El dolor lumbar se define como agudo cuando los síntomas duran entre dos y 12 semanas, pero hasta el 60 por ciento de los pacientes desarrollarán esa dolencia de forma crónica.
Los primeros episodios suelen ser de resolución espontánea, la mayoría de las personas obvian la atención médica y la falta de esta trae consigo altas tasas de recurrencia, advirtieron los expertos citados en la revista Journal of Orthopaedic Research.
Es vital en todos los casos tener en cuenta las particularidades de cada individuo, pues algunos pueden padecer algún que otro tipo de alergia o comorbilidades.
Los especialistas plantean que falta por descubrir cuales son los factores de riesgo que hacen transitar a una persona de tener dolor lumbar agudo al crónico.
Recomiendan por razones amparadas por la psicología iniciar el proceso con un tratamiento no farmacológico (masajes, calor, acupuntura), y de resultar insuficiente y el paciente acepta, iniciar su rehabilitación con medicamentos.
Alertaron que hasta el 95 por ciento de los pacientes tratados con opiáceos experimentan al menos una reacción adversa y, a largo plazo, pueden desarrollar tolerancia e hiperalgesia (aumento de la sensibilidad al dolor y reacción extrema al mismo)inducida por estos.
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