La homenajeada pronunció un discurso en sus palabras de agradecimiento en el cual relató la historia de México vivida por ella desde 1953 cuando comenzó a escribir y narrar como periodista los principales movimientos sociales y políticos del país, desde las huelgas ferrocarrileras, la matanza de Tlatelolco hasta la rebelión zapatista.
Aunque mujer progresista, evitó hacer un discurso político aunque dijo del presidente Andrés Manuel López Obrador que no solo lo quería sino que lo admiraba y se lamentó de que no estuviera presente en la ceremonia de entrega del premio, pero envió como su representado al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
La armonía de la ceremonia fue rota por senadoras del conservador Partido Acción Nacional quienes aprovecharon una alusión a la Guardia Nacional de la presidenta de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, Sasil de León, quien habló a nombre del Senado, para provocar un insólito escándalo, a pesar de un pacto entre las bancadas de respetar la sesión solemne.
La también panista Lily Téllez, quien se destaca por su actitud irreverente y ofensiva, participó en el escándalo, a pesar de los llamados de los senadores oficialistas a no enturbiar una ceremonia tan hermosa a una de las más destacadas intelectuales de México.
Poniatowska resaltó que tuvo la dicha de entrevistar a personajes como don Alfonso Reyes, Diego Rivera, Octavio Paz, Alfonso Caso, María Félix, Dolores del Río, y muchos otros.
Fue en la cárcel preventiva, en el Palacio Negro de Lecumberri, «donde encontró un mundo tan distinto al mío que entré a la mejor escuela de vida”. Agregó que gracias a Rosario Castellanos conoció las palabras de Belisario Domínguez.
Pero además de admirar su heroica denuncia, dijo, fue testigo del heroísmo de damnificados en los terremotos del 28 de julio de 1957, cuando voló el Ángel de la Independencia y casi 11 años después el heroísmo de las madres de familia y sus hijos estudiantes en 1968 con la matanza de Tlatelolco, explicó.
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