De acuerdo con el diario Addiyar, el resplandor del acuerdo entre Irán y Arabia Saudita y el progreso en las relaciones árabes otorgan prioridad a la situación en Yemen, Siria y Líbano, pues ningún país puede quedar fuera de los nuevos caminos.
En este sentido, los observadores de la situación libanesa revelaron la existencia de intersecciones árabes e internacionales comunes, desde Arabia Saudita hasta los estados del Golfo, pasando por Estados Unidos, Francia, el Fondo Monetario Internacional y las Naciones Unidas, sobre la imposibilidad de apoyar a la nación levantina ante la falta de implementación de reformas, precisó el medio.
A propósito, la publicación subrayó que el expediente presidencial libanés aún no está sobre la mesa para una discusión seria y solo los franceses muestran interés, a la espera de la tercera ronda de conversaciones en París junto a representantes de Estados Unidos, Arabia Saudita, Qatar y Egipto.
Según el periódico Al Akhbar, el titular del Parlamento, Nabih Berri, recibió hace unos días una llamada del asesor presidencial francés, Patrick Dorrell, en la que este último pedía iniciar un taller de diálogo con el objetivo de allanar el camino para el entendimiento y fijar la fecha de la próxima sesión.
Hasta el momento, el jefe del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh, constituye el candidato con mayores opciones en la necesidad de Líbano de alcanzar un arreglo interno para impulsar las reformas de recuperación, apuntó el rotativo.
Por otro lado, Al Akhbar conoció del interés de París de invitar a varios líderes libaneses, especialmente cristianos, para explicar la importancia de proceder con un acuerdo que conduzca a la elección de Franjieh como presidente y la asignación del juez Nawaf Salam para formar el nuevo gobierno.
Analistas manifestaron que los principales partidos cristianos desde la Corriente Patriótica Libre hasta la ultraderecha de las Fuerzas Libanesas obstaculizan la designación de Franjieh, respaldado por los movimientos chiitas de Hizbulah y Amal, junto a una gran proporción de diputados sunitas e independientes.
El martes, durante una visita al patriarca maronita Mar Beshara Boutros Al-Rahi, Franjieh calificó de incorrectas lo divulgado por algunos medios sobre el veto saudita y estadounidense a su candidatura; y en ese sentido, el político de 57 años reiteró su disposición al diálogo con cualquier fuerza política.
A la espera de la convocatoria para la duodécima sesión presidencial, Líbano enfrenta los obstáculos del cuarto vacío de poder después de la independencia, en ausencia de consenso político, deterioro de las condiciones de vida y bajo un gobierno interino.
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