«El nivel educativo máximo alcanzado por la población de mujeres privadas de libertad está por debajo de la media del país», indicó el informe titulado Diagnóstico sobre la situación actual, las principales problemáticas y necesidades de las mujeres privadas de libertad en Uruguay, que resulta una investigación como parte del proyecto Crisálidas de la UE.
El estudio da cuenta que el 74,7 por ciento de la población femenina carcelaria no completó el primer ciclo de la enseñanza media y el 94,7 por ciento de ellas no acreditó el segundo.
La educación terciaria o universitaria es prácticamente inexistente entre las mujeres privadas de libertad, puntualiza el informe y otro dato llamativo refiere desigualdades al interior del país.
«Entre quienes manifestaron haber cursado sólo primaria, un 50 por ciento están localizadas en unidades penitenciarias del interior del país y un 32,8 por ciento en Montevideo», asegura el reporte.
Quienes no alcanzaron a completar el primer ciclo de la enseñanza media están localizadas el 73,8 por ciento en Montevideo y el 78,6 por ciento en los otros departamentos, añade.
El 93,5 por ciento de las mujeres que se encuentran en Montevideo y el 100 por ciento de las recluidas en el interior del país no acreditaron la educación media completa, añade el informe divulgado por el rotativo Caras y Caretas, en un país con el mayor porcentaje poblacional carcelario de Latinoamérica.
El gobierno uruguayo confirmó los problemas educacionales de los reclusos y la falta de programas educativos para la reinserción en la sociedad de quienes están tras las rejas.
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