Ambos mandatarios sostuvieron la víspera su primer encuentro bilateral desde que asumieron el cargo y para algunos analistas el hecho pone de relieve la importancia que Washington le da a sus nexos con Bogotá.
Durante la reunión, Petro pidió revisar la política unilateral hacia América Latina y abogó porque la región sea un espacio de paz y dejó claro a su anfitrión que no suministrará armas a Ucrania.
Igualmente insistió en los temas medioambientales, un punto en el que Biden prometió una inversión de 500 millones de dólares para el Fondo Amazonía, como parte de los esfuerzos de las dos naciones para enfrentar el cambio climático.
“Tenemos que pasar de la codicia del fósil a una economía que no use carbón ni petróleo”, enfatizó el gobernante sudamericano en el Despacho Oval, donde también trataron el tema del combate al tráfico de drogas en la región y la creciente ola migratoria en el hemisferio.
Sobre la situación en Venezuela, Petro señaló a los medios de prensa que la próxima semana se realizará en Bogotá una conferencia de alto nivel a la que seguirán conversaciones en México para reactivar los diálogos entre el gobierno de Caracas y la oposición política.
Consideró que la meta final es que el pueblo venezolano decida libremente, sin sanciones, sin presiones, su propio destino social y político.
El jefe de Estado de Colombia además instó a crear “una gran Alianza por el Progreso en las Américas”, que subraye la necesidad de expandir libertad, democracia y energías más limpias.
Petro llegó a esta capital en un viaje de cinco días con motivo de la celebración del aniversario 200 de las relaciones entre Estados Unidos y Colombia.
Durante su estadía aquí el presidente colombiano sostuvo pláticas en la sede de la ONU, en Nueva York, y en la Organización de Estados Americanos; además, se reunió en el Capitolio con legisladores de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Estados Unidos es el mayor socio comercial y de inversiones de Colombia, con importantes inversiones en las ramas minera y de manufactura.
En la nación sudamericana existen ocho bases militares del Pentágono que en gobiernos anteriores en la Casa de Nariño habían operado con absoluta impunidad como parte de la agresión sistemática y constante contra Venezuela.
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