Los representantes abordaron temáticas como las capacidades básicas de vigilancia, respuesta, colaboración y la asistencia para incluirla en el nuevo texto.
El RSI fue adoptado originalmente para establecer obligaciones para que los países se prepararan y respondieran a brotes de enfermedades y otros eventos agudos de salud pública con riesgo de propagación internacional.
Los delegados subrayaron la importancia de examinar a fondo las enmiendas propuestas en función de solucionar con tiempo lagunas críticas en su aplicación, pero sin dejar atrás los principios de equidad, soberanía y solidaridad.
“La Covid-19 mostró al planeta lo vulnerables que somos todos y lo que es necesario arreglar en la arquitectura de la salud pública mundial si queremos estar mejor preparados para el próximo gran acontecimiento”, subraya el comunicado de la OMS.
Está previsto que los Estados miembros se vuelvan a reunir en julio, octubre y diciembre del año en curso, para debatir y acordar las enmiendas y presentar un paquete ya completado de cara a la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2024.
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