Del 14 al 16 de abril el Comité Internacional de la Cruz Roja organizó 15 vuelos para trasladar a 869 personas liberadas a seis ciudades de Yemen y Arabia Saudita tras un acuerdo entre Riad y los rebeldes hutíes.Un día después, el Reino excarceló de forma unilateral a otros 104 milicianos como gesto de buena voluntad.
Esa misma semana, el embajador de Arabia Saudita en Yemen, Mohammed Al Jaber, viajó a la capital del país, controlada por el grupo armado, para —como él mismo explicó en Twitter— acordar “una tregua y un alto el fuego”.
Tras varios encuentros con los dirigentes hutíes, la delegación dirigida por Al Jaber, con el apoyo de mediadores de Omán, abandonó la ciudad sin anunciar ningún pacto, pero con el compromiso de celebrar una nueva ronda de diálogo.
La guerra comenzó en 2014, cuando los rebeldes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del territorio nacional, incluida Sanaa. Al año siguiente, una coalición árabe, encabezada por Riad, intervino en el conflicto en respaldo al Ejecutivo.
En 2022 se alcanzó una tregua de varios meses, pero no fue renovada al expirar en octubre pasado, lo cual lamentó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante la grave crisis humanitaria que sufre el país.
Esta desescalada tiene como telón de fondo el reciente acercamientoentre Arabia Saudita e Irán.
Ante este panorama, el enviado especial de la ONU en Yemen, Hans Grundberg, afirmó que existe una seria oportunidad para acabar el conflicto, aunque aclaró que “la situación todavía podría darse la vuelta a no ser que los involucrados adopten pasos más decididos hacia la paz”.
Tanto el ente internacional como diversas organizaciones humanitarias siguen de cerca el proceso ante el difícil escenario que enfrentan los más de 31 millones de yemenitas.
Según el Programa Mundial de Alimentos, más de 17 millones de personas en el país sufren inseguridad alimentaria, incluidos 3,5 millones afectados por desnutrición aguda.
Recientemente, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Catherine Russel, estimó que 11 mil niños murieron o resultaron heridos por la conflagración. Asimismo, denunció que 2,2 millones están desnutridos, incluidos casi 540 mil menores de cinco años que padecen desnutrición aguda severa.
De igual forma, resaltó que más de 23,4 millones de yemenitas requieren asistencia y protección, y 17,8 millones carecen de acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene.
(Tomado de Orbe)