Durante una ceremonia de honor en la ciudad sureña de Majdal Selem, el titular de la Resistencia islámica advirtió sobre la incapacidad de los ministerios y las instituciones gubernamentales para asegurar al empleado las mínimas necesidades para vivir.
En este sentido, Safieddine expresó la división judicial y constitucional y los desacuerdos sobre aspectos menores, además del cúmulo de diferencias y discusiones que obstaculizan una respuesta a la crisis.
A la luz de las problemáticas económicas, financieras, monetarias, políticas y de vida, llamó a aprovechar el tiempo para acelerar el rescate de la nación, lejos de controversias sectarias e históricas.
En esta línea de pensamiento, consideró que los cambios de la región hacia la estabilidad y el entendimiento no ocurren por casualidad, y subrayó el papel activo del llamado eje de resistencia frente a los proyectos de Estados Unidos, Israel y sus aliados de Occidente.
A propósito, el jefe del Consejo Ejecutivo convocó a beneficiarse del poder de las nuevas ecuaciones de la resistencia por el bien de Líbano y no depender de aquellos que contribuyeron al empobrecimiento de la nación levantina.
El pasado 19 de enero, el Parlamento libanés repitió el guion de las 10 sesiones anteriores y volvió a fracasar en su intento de designar al nuevo jefe de Estado cuando ningún candidato de la comunidad cristiana maronita recibió el respaldo de la mayoría.
La proximidad del sexto mes de vacancia presidencial pesa sobre la realidad de los libaneses, a la espera de un diálogo nacional y el nombramiento de un candidato consensuado para ocupar la Presidencia de la República.
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