Durante una conferencia de prensa en esta capital, el líder serbio afirmó que tampoco trascenderá ningún resultado o decisión de ese intercambio y ese día las autoridades de Kosovo ratificarán la falsedad ya percibida en el período anterior.
El mes último, Ohrid, la ciudad- balneario de Macedonia del Norte, acogió el diálogo entre ambos dignatarios para la firma de un acuerdo encaminado a la normalización de sus relaciones bilaterales, pues Belgrado no acepta la independencia de Kosovo, autoproclamada en 2008.
De esas conversaciones, mediadas por el representante de la diplomacia en la Unión Europea, Josep Borrell, y el encargado de esa función para los Balcanes Occidentales, Miroslav Lajcak, trascendieron algunas posiciones, entre ellas, la creación de la Comunidad de Municipios Serbios (CSM).
Sin la implementación de ese anexo, Belgrado niega la continuidad del camino hacia la regulación de sus nexos, conflicto agravado el año último con acciones como el cierre de las fronteras y violentos enfrentamientos, que llevaron la intervención del bloque regional.
Luego del regreso de Ohrid, el primer ministro kosovar recibió duras críticas, sobre todo de parte del electorado albanokosovar, por la aceptación de la cláusula y como consecuencia rechazó la creación del (CSM), pues, a su juicio, contradecía la constitución de esa entidad.
Kosovo, habitado actualmente en su mayoría por albaneses, se separó de Serbia en 1999, tras los bombardeos sobre la antigua Yugoslavia por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y proclamó su independencia nueve años después, si bien aún no recibe el reconocimiento de Belgrado.
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