“Aplaudo los considerables y encomiables esfuerzos de la Policía Nacional por llevar el orden y la paz a nuestras ciudades y barrios. Aún queda mucho por hacer.
Nuestras fuerzas policiales están motivadas, a pesar de las dificultades a las que se enfrentan”, escribió el jefe de Gobierno en Twitter.
Henry envió condolencias a los oficiales heridos en las recientes operaciones y aseguró que juntos resolverán los problemas de seguridad para avanzar el proceso de organización de elecciones que permitan el retorno al orden constitucional.
No obstante, el primer ministro omitió alguna referencia a la cruenta jornada que vivió la capital del país luego de que pandillas invadieran barrios residenciales y la población les diera caza.
En Canapé Vert, al sur de esta capital, los ciudadanos lincharon y luego quemaron a una quincena de presuntos miembros de bandas que se trasladaban en un autobús detenido por la Policía.
Una nota de las fuerzas de seguridad confirmó el linchamiento y agregó que decomisaron armas y otros equipos.
De acuerdo con medios locales, los presuntos pandilleros debían reforzar a otros grupos armados que desde esta madrugada irrumpieron en barrios como Debussy, Turgeau, Bois Verna, Canapé-Vert, Pacot y sus alrededores.
Los individuos armados anunciaron a través de altavoces que eran enviados por el comandante Manno para instalar a un líder de pandilla en la zona.
La incursión provocó el desplazamiento de cientos de personas, mientras que los pandilleros quemaron algunas viviendas y amenazaron a los residentes.
El clima tenso interrumpió las actividades escolares, transportación colectiva y el comercio, mientras los disparos de armas automáticas completaron el cuadro de terror.
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