Según datos del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, el número de hurtos (ratería sin violencia) es mayor que el de robos.
Unos 220 mil vehículos fueron robados el año pasado en el país, un 18 por ciento más que en 2021. Las sustracciones aumentaron un 3,5 por ciento en el mismo período.
«El primer uso que hacen los criminales es el desguace, desmontar el coche para luego vender las piezas», indicó Rafael Alcadipani, integrante del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Detalló que, en algunos estados, existe legislación específica contra el desarme, como en Sao Paulo, pero hay otros en los cuales esa legislación no ocurre y acaba facilitando la vida de los malhechores.
Por su parte, la Pesquisa Nacional por Muestra de Domicilio (PNAD) mostró que en un 5,8 por ciento de las moradas del país, al menos un ocupante fue víctima de robo o hurto en el período de un año antes de la encuesta realizada en el último trimestre de 2021.
De acuerdo con el levantamiento, del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, solamente en 2021 se registraron 564 mil casos de robos y hurtos de vehículos, incluyendo autos y motos. Es decir, ocurrieron 64 de tales actos por hora en Brasil.
Las vías públicas fueron en ese calendario el principal lugar de ocurrencia de los robos de coche (75,1 por ciento) y moto (68,8).
Mientras que, para las bicicletas, el mayor sitio fue alguna vivienda (66,3 por ciento), que podría ser el de la víctima o de otra persona, seguido por las arterias públicas (21,9).
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