Los extranjeros denominan a la caravana Viacrucis migrante en un intento de definir su situación emocional, sobre todo después del incendio en un albergue de Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde murieron 40 personas, y hay detenidas y sujetas a juicio por presunta responsabilidad, funcionarios del gobierno local e inmigración.
También es posible que sea destituido el director del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño.
Los caravanistas declaran que desean “visibilizar” su situación simbólicamente denunciando un crimen de Estado. Nos faltan 40 migrantes muertos que no hicieron nada, dijo el activista Irineo Mújica, apoyado por unos y criticado por otros, quien encabeza la caravana que salió el domingo pasado de un parque en la ciudad de Tapachula, en Chiapas.
Necesitamos cambios estructurales en el Instituto Nacional de Migración (INM), queremos justicia para los migrantes, añadió Irineo Mújica.
Señaló que “todos los viacrucis los hemos terminado en la Basílica de Guadalupe que representa para nosotros un refugio, una zona en la que hasta de noche nos han abierto.
Aunque la intención de Mújica es llegar a Ciudad de México, varios migrantes comentaron que buscan arribar a la frontera con Estados Unidos.
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