A esto se suma el incremento de la longitud de la columna de cenizas que pueden observar los habitantes de zonas cercanas, alerta el Servicio Geológico de Colombia (SGC).
El volcán no se va a calmar de un día para otro, su actividad fluctúa, puede por momentos disminuir o aumentar. No podemos bajar la guardia, explicó el director técnico de geoamenazas del SGC John Makario Londoño.
El hecho de que aumente la sismicidad de fractura está dentro de los parámetros que evaluamos. Como hay un magma presionando, en los alrededores del volcán se puede generar energía sísmica, destacó.
A inicios de semana la entidad aconsejó a la población aledaña estar alertas por el nivel de actividad naranja, con probabilidades de una erupción en los próximos días o semanas y también se adicionó en las últimas jornadas, la salida de ceniza y la emisión de dióxido de azufre.
Este fenómeno indica que el sistema del volcán no está cerrado completamente. Si estuviera cerrado, los gases en su interior «se acumularían haciendo que la probabilidad de una erupción aumente exponencialmente», explicaron especialistas.
Desde el 24 de marzo de 2023, la actividad sísmica en el flanco sur del volcán empezó a incrementarse de manera importante y el 29 de marzo se registró el mayor número de sismos diarios reportados desde que su comportamiento comenzó a monitorearse desde el año 1985.
Las causas del cambio de la actividad del volcán Nevado del Ruiz es debido a una intrusión magmática, o sea, un proceso por el cual el magma se desplaza desde una fuente más profunda hacia la superficie.
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