El Sindicato de Trabajadores Textiles y de la Confección-Lucha Obrera (Sota-Bo) denunciaron que la situación actual es una carga pesada para los empleados cuyas condiciones de vida se deterioraron, mientras que el clima de violencia provocó el cierre de numerosas fábricas.
De acuerdo con la institución, más de 20 mil trabajadores perdieron su empleo, y a la vez el sustento de sus familiares.
También criticaron el aumento de la corrupción en las instituciones públicas en detrimento del pueblo haitiano, con lo cual consideran urgente salir a las calles para reclamar medidas concretas de las autoridades.
Sota-Bo reclamó al Gobierno acciones contra los grupos armados que empobrecen cada vez más a la población y alentó a todos los trabajadores, agentes de seguridad, profesores y otros empleados a sumarse a la marcha para exigir un país seguro y próspero en el que puedan realizar sus actividades libremente.
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