En la principal plaza pública de la nación, en tarimas provisionales, dirigentes de los numerosos sindicatos, confederaciones y centrales obreras, pronunciaron discursos, la mayoría favorables y de apoyo al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y muy pocos en contra, de sindicatos dominados por los partidos de oposición y sectores sociales conservadores, generalmente dueños de empresas.
El eje central Lázaro Cárdenas y la calle 5 de Mayo fueron nodos de convergencia de los manifestantes y, aunque sin enfrentamientos, se observaron contingentes de todas las tendencias en su camino a la cercana Plaza de la constitución nombre oficial del Zócalo.
Un contingente de los sindicatos de Mineros, que encabeza el senador Napoleón Gómez Urrutia, otro de pilotos, sobrecargos, también de trabajadores de las universidades, telefonistas y del Metro, y del Sindicato Mexicano de Electricistas con su característico lema “Aquí, se ve, la fuerza del SME”, llamaban a la unidad obrera y sindical.
Cada contingente de los cientos de gremios del país, gritaban sus consignas y demandas, en particular las relacionadas con las negociaciones de los contratos colectivos de trabajo con mejores condiciones laborales.
Destacó en la marcha la Nueva Central de Trabajadores (NCT) con sus dirigentes Martin Esparza y Humberto Montes de Oca al frente, que Salió desde la Columna del Ángel de la Independencia en la emblemática Paseo de la Reforma, el cual marchó al Monumento a la Revolución con sus pancartas y enarbolando demandas de su casi centenar de sindicatos miembros.
Todos los lugares de acceso al Zócalo capitalino estaban atestados de trabajadores, hombres y mujeres, e incluso niños, para hacer uso de su derecho de celebrar por lo alto el día más reconocido en el mundo entero, que es el de los trabajadores.
Aunque no es una marcha uniforme ni coordinada, sino espontánea y cada sector y gremio se encarga por sí mismo de su organización, punto de concentración e itinerario, incluso hora aproximada de llegada al Zócalo, lució ordenada y masiva, y con las más disímiles consignas, letreros y banderas, entre las que sobresalió el pabellón patrio y tricolor del águila, la serpiente y el nopal.
Frente a Palacio Nacional se instaló la tribuna provisional, que aquí se le llama templete, con equipo de sonido, donde los distintos representantes sindicales emitieron su respectivo posicionamiento frente a los más diversos temas y demandas.
En su conferencia de prensa matutina de hoy, el presidente López Obrador felicitó a los trabajadores por su día, y recordó cómo este se conmemora en memoria de los ocho mártires de Chicago asesinados en 1886 cuando el 1 de mayo de aquel año fueron reprimidos 200 mil trabajadores que iniciaron una huelga por la jornada laboral de 8 horas y no de 12.
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