Por la creación de ese instrumento y un robot, alumnos del colegio de preparación universitaria Carol Morgan merecieron el premio a la inspiración en ingeniería del campeonato regional de robótica celebrado en Orlando, Florida, destacó el profesor y coordinador del equipo, Emmanuel Abreu.
Abreu señaló que con posterioridad los jóvenes participaron en el campeonato mundial de esa rama, organizado en Texas, donde ganaron cinco de las 10 categorías establecidas.
La necesidad de incursionar en proyectos vinculados a la innovación, dijo, fomentó el desarrollo de este reactor de hidropirolisis que quema sargazo, plástico o cualquier otro elemento con carbono en su composición.
Los estudiantes explicaron que el mismo posee un sistema de enfriamiento que permite mantener la temperatura adecuada para la extracción de componentes.
El grupo, integrado por muchachos de entre 17 y 18 años, precisó que con el aparato producen combustibles como el querosén, diésel o gas, en tanto el material restante puede emplearse como carbón activado.
Detallaron que el proceso toma alrededor de 40 minutos y en el caso del sargazo es mayor cuando se debe secar el alga antes de introducirla al reactor.
El estudiante Eduardo Corral comentó a Diario Libre que el reactor ya tiene patente, y se trabaja en otra con vistas a la obtención de un instrumento de mayor tamaño.
En las primeras pruebas los jóvenes utilizaron 500 gramos de sargazo y obtuvieron como resultado 200 mililitros de combustible sin destilar.
La semana pasada, el presidente Luis Abinader anunció que desde el gobierno se iniciarán acciones diplomáticas a fin de unirse a otros países en una investigación que permita encontrar una solución a la presencia de esas algas en las costas del mar Caribe.
Abinader comunicó que en el caso de República Dominicana, el Ejecutivo donará un millón de dólares para el impulso de investigaciones en las universidades sobre el manejo integral de esa especie.
De igual manera, el ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara, insistió en que la existencia del sargazo en las playas y costas golpea el turismo, una de las principales actividades económicas de al menos 13 de los 28 países de la región.
Ceara apuntó que su acumulación en grandes cantidades en la costa puede perturbar la vida marina, al comprimir la cantidad de oxígeno disponible en el agua.
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