Valorada en 4,6 millones de bolivianos (más de 650 mil dólares) la obra dignificará a los labriegos chuquisaqueños y, al mismo tiempo, constituirá un reconocimiento al valiente compromiso de la Futpoch y la organización de mujeres Bartolina Sisa por la democracia.
“Siempre recordamos, y tenemos en la mente, ese momento de humillación que sufrieron los hermanos aquí en Chuquisaca el 24 de mayo (de 2008)”, aseguró el mandatario.
Enfatizó en que “este es un pequeño reconocimiento del Gobierno para que ese tipo de actos nunca más se repitan en Chuquisaca y en Sucre y se respeten a los hermanos campesinos y a las hermanas Bartolinas”.
Una jornada de violencia marcada por la humillación a un grupo de campesinos secuestrados por una turba armada de seguidores del opositor y racista Comité Interinstitucional vivió la ciudad de Sucre el sábado 24 de mayo de 2008.
Los aldeanos fueron obligados en esa jornada a marchar semidesnudos en medio de ataques físicos y verbales, y ya frente a la Casa de la Libertad tuvieron que arrodillarse y besar la tierra.
Al recordar aquel ominoso momento, el dignatario sostuvo este martes que los campesinos y las integrantes de la organización Bartolina Sisa son baluartes de la democracia, el proceso de cambio y de la revolución democrática y cultural que vive el país andino-amazónico.
La casa de acogida alojará a las personas que lleguen de las zonas rurales a la capital del Estado Plurinacional, tendrá espacios para reuniones y asambleas, y su arquitectura “embellecerá la ciudad», según el presidente.
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