Encargada por la Federación Brasileña de Bancos (Febraban), la pesquisa indicó además que un 38 por ciento de los interrogados reprocha la gestión del fundador del Partido de los Trabajadores y la cifra de respaldo aumentó en abril respecto a los dos meses anteriores.
En febrero, el 51 por ciento de los entrevistados aprobaba la administración de Lula y un 36 la rechazaba.
Al analizar los estratos demográficos de la indagación, la evaluación del Ejecutivo de Lula queda por debajo del 50 por ciento solo entre hombres (49) y en la franja etaria entre 25 y 44 años (48 por ciento).
Respecto a la valoración, un 39 por ciento de los encuestados considera que el Gobierno es óptimo o bueno, en comparación con un 40 por ciento en febrero.
La estimación regular se registró en un 28 por ciento, en comparación con un 27 en febrero. Las impresiones malas y pésimas se mantuvieron en 28 por ciento.
También los datos muestran una tendencia al aumento en la expectativa positiva en relación con la gestión presidencial: en diciembre, un 46 por ciento de las personas respondieron tener perspectiva óptima o buena respecto al Gobierno de Lula.
Tal guarismo aumentó al 49 por ciento en febrero y ahora es del 51. Mientras que un 17 por ciento espera un gobierno regular, en febrero ese dígito era del 21 por ciento y en diciembre último del 16.
Aquellos que esperan un gobierno malo o pésimo representan un 27 por ciento de los entrevistados, en comparación con el 25 contabilizado en la encuesta anterior y el 31 por ciento en la de diciembre.
En la investigación actual, todas las oscilaciones registradas con respecto a las estadísticas de febrero están dentro del margen de error.
La pesquisa Ipespe/Febraban fue realizada entre el 14 y 19 de abril, con una muestra de dos mil entrevistados y margen de error de 2,2 puntos porcentuales, bajo un intervalo de confianza del 95,5 por ciento.
Lula asumió el 1 de enero por tercera vez el poder, después de derrotar el 30 de octubre, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, al exmandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambicionaba reelegirse.
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