“Estas situaciones suelen darse en entornos familiares y muchas veces esos abusos se cometen cuando las niñas y niños no saben ni siquiera identificar las partes de su cuerpo para decir qué les está pasando”, afirmó en entrevista a Prensa Latina.
Prada dijo que es el momento en que, como sociedad, como madres, padres, maestros “no volquemos la mirada respecto a la realidad que atraviesan lamentablemente muchas niñas y niños” para huir del debate.
Deploró que algunos sectores tergiversan en absoluto todo el contenido de la currícula educativa que se trabajó colectivamente, y ahora, como se le indicó al Magisterio Urbano en medio de sus protestas, va a ser implementada gradualmente, de manera conjunta con las maestras y los maestros.
“Sí está claro que se necesita un compromiso respecto a esto -enfatizó la titular-, así como la necesidad de transformar la educación para mejorar su calidad en materias que son indispensables en el mundo contemporáneo.
“Hoy es imprescindible mejorar y fortalecer la enseñanza de la matemática, química, física, biología, idiomas, ajedrez, música, robótica en la que nuestro país tiene tanto potencial”, insistió Prada.
Advirtió que existen mentiras respecto a la currícula educativa que rayan realmente en lo absurdo e irracional, como que promueve que se toquen entre niños, por ejemplo. “Ese tipo de cosas solamente pueden generarse en mentes enfermas, así lo digo”, reiteró, y argumentó que esas elucubraciones quedan desmentidas por los propios textos educativos.
“Hay que decirlo de manera categórica -reafirmó la ministra-, quienes desinforman buscan sembrar dudas en la familia”.
Describió que la intención de las autoridades guarda relación con el tema de la despatriarcalización, es la de luchar contra toda forma de violencia hacia las niñas, los niños, los adolescentes, jóvenes y mujeres.
“Aspiramos a construir una sociedad donde no se normalice ese tipo de prácticas”, recalcó.
Prada expresó que el valor supremo a cuidar del Gobierno de Bolivia es la niñez, y para ello consideró necesario construir una sociedad en la cual lo que sucede a veces en abusos sexuales no se normalice.
“Todo eso se logra en gran medida con la educación, necesitamos desde ahí asumir esa responsabilidad por el beneficio de nuestras niñas y nuestros niños”, concluyó la ministra.
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