A través de un comunicado difundido en la prensa local, los obreros dieron un espaldarazo a la búsqueda de consensos en torno a un verdadero Estado de derechos y garantías sociales.
Afirmaron que con la referida normativa se hace efectivo el mandato constitucional de redistribuir el ingreso y la riqueza producida por los trabajadores.
La clase obrera hondureña se pronunció a favor de una verdadera independencia, pues la “proclamada hace 200 años es solo declarativa e ilusoria”.
Asimismo, llamó a impulsar desde el Estado, la cooperación, apoyo y solidaridad entre los pueblos; así como unificar políticas laborales y fiscales entre los países centroamericanos y del caribe frente a la inversión extranjera.
Aludió a la necesidad de hacer de la soberanía alimentaria una prioridad, como parte del plan de desarrollo nacional al tomar todas las medidas necesarias desde el ámbito económico, técnico, fiscal, monetario y de reformas.
Destacó la importancia de efectuar la reforma agraria integral, mediante una nueva ley que permita el acceso a la tierra, créditos, asistencia técnica y mercados a los pequeños, medianos productores y trabajadores del campo.
De igual modo, pidió la revisión de los tratados de libre comercio que atentan contra la soberanía alimentaria y desarrollo de los hondureños.
El texto también se refirió a las campañas mediáticas desarrolladas por los grupos de poder contrarios al Ejecutivo de la primera mujer presidenta de Honduras.
“Ellos consideran que con un año de Gobierno es suficiente para que, por arte de magia, se hubieran pagado los veinte mil millones de dólares de la deuda pública, reparado todas las escuelas, hospitales, vías de comunicación, dejadas por el régimen anterior en situación calamitosa”, subrayó.
lam/ybv