La delegada del Ministerio del Turismo en Ciego de Ávila, Iyolexis Correa, expresó que además de los valores naturales del destino Jardines del Rey exponen una representación de algunas de las tradiciones patrimoniales del territorio con fines recreativos.
Dentro de ellas mencionó las fiestas populares de los bandos Rojo y Azul, de Majagua, jolgorio Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación con más de nueve décadas en defensa y promoción de los bailes campesinos.
Otro producto turístico es La ruta de la Trocha de Júcaro a Morón, un recorrido por las ruinas de la fortificación española construida entre 1869 y 1878 para impedir el avance de las luchas independentistas hacia el occidente cubano durante la Guerra de los Diez Años.
También presente en FITCuba 2023, están dos símbolos que identifican a la ciudad de Morón y que hoy acaparan la atención de los turistas que visitan el polo de recreo, ubicado en la cayería norte avileña.
El primero, y quizás el elemento más representativo y vistoso del territorio es el Gallo de Morón, cuyo monumento modelado en bronce fue creado por la escultora cubana Rita Longa en 1982.
Erigido a la entrada del poblado para recibir y despedir a los visitantes, su majestuosidad expresa el espíritu de lucha en la defensa de la soberanía de los habitantes y el emblema revolucionario y socialista de la ciudad.
Por otro lado está la Tortica de Morón, un dulce genuino de esa comarca y que gracias al ingenio culinario de Serafina Echemendía hace más de 90 años, actualmente se conoce en varias naciones del mundo.
Aunque muchos la confunden con el mantecado y el polvorón, el de tierra avileña se elaboran con los mismos ingredientes con la diferencia que el de referencia posee en un centro un toque de mermelada.
mem/nmt