“Lo importante de este material es que es la primera vez que conseguimos conocer el problema de la pederastia desde adentro, y es una prueba de cómo la Iglesia actuaba, no es un caso particular”, aseguró el autor del reportaje publicado el domingo último en el periódico El País, de España.
En su pesquisa, Núñez denunció que el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas (alias Pica), fallecido en 2009, abusó de al menos 85 niños y adolescentes, la mayoría durante los años en que estuvo en instituciones educativas bolivianas.
Pica Pedrajas confiesa esas violaciones en un diario que dejó escrito.
Según el periodista, la investigación demandó nueve meses y fue contrastada por El País no solo con documentación, sino también con el testimonio de allegados y varias víctimas.
Agregó que a partir de los casos de pederastia denunciados en todo el mundo se evidencia que la Iglesia Católica los encubre.
“No cabe la menor duda -dijo a Bolivia Tv-, se ha vivido en España, Francia, Estados Unidos (…), es que hay muchos casos y en la mayoría la Iglesia los ha silenciado, los ha tapado, ha trasladado a los culpables, no ha hecho nada y esa es la realidad”.
Consideró un deber de las autoridades clericales, además de investigar estos casos reparen los daños causados a las víctimas.
“Digo claramente que hay muchas víctimas que llevan muchos años que no lo han contado porque no pueden”, enfatizó.
Criticó el periodista investigador cómo a través del diario del cura pederasta “el encumbramiento aparece”.
Refirió como ejemplo que cuando surgieron denuncias en 1982 de los abusos de Pedrajas en el colegio, la orden de los jesuitas lo envió a las minas en Oruro durante un tiempo, y posteriormente lo reintegró a la institución educativa.
“La Iglesia lo tapó, y tampoco hay que ser cautos en condenar a la Iglesia, había gente que daba la vida por los pobres y sigue habiendo, pero no cabe duda es que la iglesia lo supo, lo tapó y no protegió a las personas que debía proteger, los niños”, acotó.
Reiteró Núñez que esta práctica de encubrimiento se ha repetido en España, desde donde mandaban a los sacerdotes denunciados de pederastía a misiones en Latinoamérica.
“Esto que de España mandaba a pederastas, aparece en el diario, aparece que Pica hablaba y tenía una amistad con Luis To un jesuita condenado en Barcelona en 1992 por abusos y como no va a la cárcel porque no tiene antecedentes, lo trasladan a Bolivia y allí estuvo”, concluyó el periodista investigador.
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