Como es tradicional, la escenificación está dividida en cuatro momentos: ceremonia cívica, desfile militar, escenificación de los Tratados de la Soledad y representación de la defensa de los fuertes de Loreto y Guadalupe.
La sangrienta y heroica batalla culminó el 5 de mayo de 1862 y su representación se realiza desde hace más de 90 años en el Peñón de los Baños, en la alcaldía Venustiano Carranza, y fue declarada por el gobierno de Claudia Sheinbaum Patrimonio cultural inmaterial de la Ciudad de México, por ser una de las tradiciones más significativas de la capital del país.
Esa gesta heroica, protagonizada en la ciudad de Puebla por el general Ignacio Zaragoza contra las tropas francesas, constituye un hito en la historia nacional por ser uno de los hechos más importantes de la defensa de la soberanía nacional y forma parte fundamental de la memoria colectiva e identidad nacional, se especifica en el Decreto.
Al respecto, la jefa de Gobierno destacó que cumple así su promesa hecha a los habitantes de la zona, que participan año con año en la recreación escénica de la gesta.
La secretaria de Cultura de la capital, Claudia Curiel de Icaza, destacó que se trata del primer decreto de Patrimonio Cultural Inmaterial que aprueba Sheinbaum.
Dicho combate ocurrió en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la segunda intervención francesa en México.
Fue una victoria importante para los mexicanos quienes con unas fuerzas inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados y mejor armado de la época.
Sin embargo, a pesar de esa gran victoria, la batalla no impidió la invasión del país, aunque sí sería la primera de una guerra que finalmente México ganó.
Pero los franceses regresaron al siguiente año, y se libró una segunda batalla en Puebla en la que se enfrentaron 35 mil franceses muy fuertemente armados contra 29 mil mexicanos quienes se mantuvieron resistiendo al invasor durante 62 días, aunque no lograron impedir su avance a la Ciudad de México y establecer el segundo imperio.
La resistencia se mantuvo en forma de guerra de guerrillas y le ocasionaron al enemigo francés más de 11 mil bajas hasta que el imperio galo del emperador Napoleón III abandonó incondicionalmente el país en el año 1867.
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