La prensa nacional mexicana ha buscado una respuesta de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y de la de Relaciones Exteriores, pero ambas han evadido una respuesta al respecto, lo que presume discreción o conversaciones con el vecino del norte.
La Jornada señala que, a su pregunta, la cancillería mexicana guarda mutismo, y recuerda que Mayorkas declaró ayer que el gobierno de México reforzará la vigilancia fronteriza en el sur de su territorio como parte de un acuerdo alcanzado esta semana.
Comenta que, en momentos en que Washington está por finalizar el próximo 11 de mayo las restricciones del Título 42, aplicadas por el expresidente Donald Trump (2017-2021) con el mentiroso argumento justificativo de la pandemia de Covid-19.
El funcionario estadounidense sostuvo que las autoridades enfrentan circunstancias “extremadamente difíciles” a lo largo de la frontera ante la llegada de miles de migrantes.
Sin embargo, en México los especialistas le responden que Mayorkas usa los mismos argumentos que están usando los recalcitrantes republicanos para impedir que dicho título sea derogado y continuar trabando el flujo migratorio desde el sur del río Bravo a territorio del norte.
Durante una visita a Brownsville, Texas, Mayorkas señaló que a principios de esta semana la asesora de seguridad nacional del gobierno de Joe Biden, Elizabeth Sherwood-Randall, se reunió en la Ciudad de México con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Allí, dijo, “acordó un aumento de la aplicación de la ley en el sur del país para evitar que los contrabandistas exploten a las personas, ya que les informan mal y las traen a la frontera sur de Estados Unidos sólo para ser devueltas”.
Sin embargo, eso no significa una militarización de la frontera paralela a la que protagoniza el ejército de Estados Unidos, indicaron las fuentes.
El Título 42 será remplazado por el Título 8, en un cambio de normativa que impone consecuencias más duras para los migrantes que ingresen irregularmente a territorio estadounidense.
Antes del fin de esta medida, el gobierno de Biden ampliará el acceso a CBP One, una aplicación digital que permite a los indocumentados programar una cita para acercarse a un puerto de entrada fronterizo, señala La Jornada.
Mayorkas subrayó que en las recientes dos semanas se ha producido una oleada de migrantes venezolanos a través del sur de Texas, particularmente en Brownsville y sus alrededores, por razones que no estaban claras. Precisamente el gobierno de ese estado está en manos de político antimexicanos, incluido su gobernador Greg Abbot.
Estados Unidos ha expulsado a más de 2,8 millones de migrantes desde marzo de 2020 bajo el amparo del Título 42.
rgh/lma