De acuerdo con esos estudios, publicados en medios de comunicación como el diario La Prensa, junto a la creciente falta de oportunidades en el mercado laboral se suma el alto costo de la vida y la corrupción galopante, en ese orden
La consultora Reputation Laboratorio por ejemplo apuntó que si tales tendencias se mantienen, el próximo año el elector tendrá que decidir entre las promesas de prosperidad rápida y las ofertas de rescate institucional para controlar la corrupción y el clientelismo y levantar la economía.
Un segmento de la población que puede decidir el resultado en las urnas es justamente quienes menos vota: los jóvenes, agregó la investigación.
Cifras del Tribunal Electoral (TE) precisan que entre más de tres millones de votantes registrados de manera preliminar el pasado año, los ciudadanos entre 18 y 30 años de edad representan el 29 por ciento del padrón.
Analistas consideran que ese segmento más joven podría votar masivamente por la peor candidatura- como ha sucedido desde 2004-; o participar cada vez menos en los torneos electorales.
Otros estudiosos como Rogelio Noriega estimaron que debido al enrarecido escenario político, la elección de 2024 será de las más complejas.
Hasta la fecha al menos existen unas ocho candidaturas presidenciales hechas públicas como la del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) , pero acusado en varios procesos penales por corrupción y lavado de activos, aunque goza de favoritismo en esas pesquisas.
Si a ello se suman otros tres nombres en las boletas que saldrán de los precandidatos por libre postulación que más firmas recauden en su apoyo, para muchos no es la cantidad de candidatos que aparezcan, sino la fragmentación del voto, lo cual hará más engorrosa la decisión final sobre las nuevas autoridades.
En recientes declaraciones al canal de noticias TVN, el analista político José Stoute afirmó que en esa justa la participación ciudadana jugará un papel esencial, pero advirtió que no se debe “endosar un cheque en blanco”, que implicaría votar únicamente por la personalidad del candidato y no por compromisos programáticos.
“Panamá atraviesa una crisis social, económica e institucional extremadamente grave, y estas elecciones definirán sí llevamos a la nación a más de lo mismo, o avanzamos hacia la conformación de acuerdos que nos permitan construir las bases de un país solidario en lo económico y social”, expresó .
Sobre el tema, también el magistrado presidente del TE, Heriberto Arauz, indicó que la institución generará las condiciones necesarias para que las elecciones se realicen a tenor de lo dispuesto por la ley, al tiempo que recomendó erradicar el clientelismo político.
Para lograr ese objetivo, en su criterio, se deben hacer reformas integrales a la Constitución de la República, como prohibir la reelección inmediata de los funcionarios.
En ese sentido, el investigador Jaime Porcell instó al voto informado y responsable, el cual será antídoto para erradicar el clientelismo, aunque para ello llamó a las autoridades a promover un clima de paz, cordura, tolerancia, respeto y de reforzamiento de la democracia.
Por su parte, el histórico líder sindical y ex candidato presidencial en 2014 por el Frente Amplio por la Democracia, Genaro López, llamó a la unidad de las fuerzas progresistas y organizaciones populares y estar alertas ante discursos falaces para pedir el voto.
El 5 de mayo de 2024, los panameños decidirán en las urnas al nuevo presidente y vicepresidente del país, 20 diputados al Parlamento Centroamericano, y 71 diputados a la Asamblea Nacional.
Con el voto elegirán además a 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales, todos con sus respectivos suplentes, para el período del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
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