La intendente Carolina Cosse dijo en entrevista televisiva que el estudio se realiza en todas las policlínicas de la alcaldía.
«Lo que jamás se debe hacer, sea cual sea la crisis, es degradar la condición de potabilidad. Esa es una línea que no se debe cruzar», consideró Cosse sobre al aumento de cloruro de sodio en el agua suministrada por tuberías.
Estoy muy preocupada como intendenta y como uruguaya. Es grave, se cometió un error y estamos a la orden para ayudar, añadió.
El viernes último el directorio de Obras Sanitarias del Estado (OSE) aprobó aumentar la salinidad del agua potable, ante la poca disponibilidad del embalse de Paso Severino, fundamental para el suministro a la capital y la Zona Metropolitana.
OSE decidió mezclar el agua de varias fuentes, lo cual le da sabor salobre. El presidente de ese ente, Raúl Montero, apuntó que el cloruro subió de 450 a 720, mientras el sodio lo hizo de 280 a 440.
El Ministerio de Salud Pública advirtió que los hipertensos y pacientes cardiovasculares deben tener cuidado y sugirió el uso de agua embotellada.
Lo cierto es que para sectores poblacionales bajo niveles de pobreza esa no resulta una opción viable.
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