El incidente tuvo lugar la víspera en Hinche, comuna del departamento Centro, y los sospechosos de pertenecer a grupos armados fueron trasladados a la sede la Unidad de Mantenimiento del Orden.
Residentes de la zona se aglomeraron ante la institución para exigir la liberación de los detenidos y ejecutarlos como parte del movimiento Bwa Kale, que ha linchado en las últimas semanas a decenas de presuntos pandilleros.
Matan y queman los cuerpos de los acusados, en ocasiones ante los agentes policiales, en un movimiento de ira popular que denuncia los años de tortura y terror infligido por los grupos armados.
Una semana después del inicio de la operación, el primer ministro Ariel Henry llamó a la calma y recordó que Haití eligió a la democracia como modelo de Gobierno.
“La inseguridad en la que vivimos es repugnante. Comprendemos que el pueblo debe reanudar sus actividades, pero no dejemos que los malos planes nos hagan jugar a juegos sórdidos”, dijo Henry en un discurso grabado a propósito del Día Internacional del Trabajo y de la Agricultura.
También la ministra de Justicia, Emmelie Prophet, aseguró que no se pueden tolerar linchamientos sumarios por parte de la población y pidió que entregaran los sospechosos a la justicia.
Por su parte, el exministro de Justicia Paul Denis estima que Bwa Kale, desencadenado por miembros de la población en varios barrios para neutralizar a los bandidos armados, es un auto- movimiento de defensa en un país donde los ciudadanos son abandonados por los gobernantes.
El historiador Georges Michel para quien los linchamientos son señal de la exasperación de los ciudadanos, advirtió sobre el riesgo de un ajuste de cuentas personal.
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