“Resulta muy impresionante, no sólo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato”, escribió la también titular del Senado en su perfil en la red social Twitter.
Hace ocho meses, un individuo llamado Fernando Sabag apuntó con una pistola a la cabeza de la exjefa de Estado, pero el arma no se disparó.
El hombre, su novia Brenda Uliarte y otro sospechoso (Gabriel Carrizo) permanecen detenidos, en tanto la jueza María Eugenia Capuchetti se negó a analizar los lazos de esas personas con la organización ultraderechista Revolución Federal, la cual recibió financiamiento de la compañía Caputo Hermanos, cuyos dueños están relacionados con el expresidente Mauricio Macri.
Recientemente, la vicemandataria publicó un vídeo en el cual son detalladas las relaciones de políticos con el ataque y se expresa que dicha agresión fue “el hecho más grave de una sucesión de acciones violentas contra Fernández ese año”.
De acuerdo con ese material, un testigo declaró que dos días antes del atentado, en el bar Casablanca, ubicado cerca del Congreso de la Nación, escuchó decir al diputado Gerardo Milman a dos mujeres que lo acompañaban: Cuando la maten, voy a estar camino a la costa.
Milman es miembro del partido opositor Propuesta Republicana y manejó el área de inteligencia durante su período como vicetitular de Seguridad cuando la dirigente de esa organización, Patricia Bullrich, era ministra de Defensa, durante la gestión de Macri (2015-2019).
De acuerdo con el diario Página 12, Ivana Bohdziewicz, una de las asesoras que estaba en el bar, pidió el viernes brindar testimonio por tercera vez en los Tribunales Federales.
Bohdziewicz declaró el año pasado que borró el contenido de su celular para proteger su intimidad, pero ahora reveló que no vació el teléfono por voluntad propia, sino que la llevaron a las oficinas de Bullrich, donde un perito lo hizo, relató ese medio de prensa.
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