«Estamos de vuelta! ¡Gracias presidente Lula! Río!», tuiteó el alcalde de la urbe, Eduardo Paes.
Por su parte, el gobernador Claudio Castro, ponderó la celebración y admitió que «todo esto está siendo posible gracias a los esfuerzos y empeño que estamos teniendo en promover Río de Janeiro para el mundo».
Tal encuentro es un hito para nuestra historia, remarcó.
En el venidero foro también se esperan representantes de 10 naciones invitadas. En 2022, la cumbre fue en Bali, Indonesia. Al siguiente año Roma, Italia, resultó anfitriona.
Al final de esa cita, el gigante sudamericano fue anunciado sede de 2024, pero se desconocía la localidad, y en diciembre recibirá la presidencia rotatoria del G20 de manos de la India.
Historiadores aseguran que Río fue la capital del imperio portugués entre 1808 y 1822, y más tarde, también mantuvo esa condición cuando la nación declaró su independencia del país luso.
Conservó ese rango hasta la inauguración de Brasilia, en 1960.
La ciudad es uno de los principales centros económicos y de recursos financieros del país, y resulta conocida internacionalmente por sus íconos culturales y paisajes, como el Pan de Azúcar y la estatua del Cristo Redentor (una de las siete maravillas del mundo moderno).
Asimismo, tiene a las famosas playas de Copacabana e Ipanema, el estadio Maracaná, el parque nacional de Tijuca (el mayor bosque urbano del mundo), la Quinta da Boa Vista, la isla de Paquetá, las Fiestas de Fin de Año en Copacabana y la celebración del Carnaval, para muchos el mayor espectáculo del planeta.
El Grupo de los 20, conocido como G20, reúne a ministros de economía y presidentes de bancos centrales de 19 países y de la Unión Europea. Juntas, estas naciones representan alrededor del 80 por ciento de toda la economía global.
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